El procedimiento restringido
El procedimiento restringido en contratación pública se divide en dos fases: una inicial, donde participan todos los licitadores que cumplen con los requisitos de solvencia, y una fase restringida, donde solo los seleccionados pueden presentar propuestas. Se utiliza para filtrar a los candidatos más adecuados, generalmente para servicios de carácter intelectual. A diferencia del procedimiento abierto, garantiza una preselección basada en criterios específicos, mejorando la eficiencia y calidad en la adjudicación de contratos complejos.