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Roberto Magro Pedroviejo: Transparencia, datos y contratación

Si somos capaces de hacer transparente y comprensible todo lo que rodea la contratación pública podremos recuperar parcialmente la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas e incluso por qué no decirlo en los políticos.

Roberto Magro Pedroviejo
(@robermape) es Jefe de Servicios Interactivos del Ayuntamiento de Alcobendas y Coordinador del Grupo de trabajo de Datos Abiertos de la RED FEMP para la Transparencia y la Participación Ciudadana.

¿Por qué hay que abrir los datos de la contratación?

Roberto afirma que es muy importante abrir y hacer transparente todo el proceso de elaboración de la contratación pública, des de la preparación, la ejecución y hasta la liquidación. Y sobre todo hacerlo comprensible a la ciudadanía para que esta pueda valorar si la gestión de las instituciones públicas es adecuada o no. Que se contrata, con quien, porque, cuál es el importe, cuáles son las condiciones del contrato, con qué resultados de ejecución.

¿Hasta qué punto la transparencia es importante para el buen funcionamiento del sector público en un contexto de emergencia como este?

Hay que ser conscientes, que en un período muy corto de tiempo nos hemos visto obligados incluso a cambiar ciertas reglas del juego para adaptarnos a las necesidades de este contexto de emergencia. Y hemos podido verlo con:

  • las especulaciones que se han generado alrededor de las compras de ciertos suministros (mascarillas, vacunas),
  • la gestión de la información relacionada con la pandemia,
  • la falta de criterios comunes y de una mejor coordinación entre el conjunto de las administraciones públicas.

Todo ello agrava los problemas ya existentes de falta de confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas, perjudicando el buen gobierno y debilitando los liderazgos políticos.

Tenemos que hacer todavía un gran esfuerzo en nuestro país, y cada uno desde su puesto de trabajo, en hacer transparentes todos los procesos de contratación, para que la ciudadanía pueda conocer y auditar la buena gestión o no de la administración, para luego responder con su voto y sus resortes democráticos.

A la pregunta de como conseguimos cumplir esta exigencia de transparencia de principio a fin, Roberto responde que una de las herramientas clave es la tecnología y mejor aún si es abierta, sin trampas ni cartón, para que cualquier persona pueda revisar cualquier gestión pública con todo detalle.

¿Qué datos de la contratación son más importantes abrir?

Con la experiencia adquirida con la publicación primero de la Guía para abordar la apertura de datos y después con la publicación de "40 conjuntos de datos a publicar por las Entidades Locales" dónde se concretaba qué datos mínimos y cómo publicarlos, Roberto señala qué información es en su opinión esencial publicar.

Más allá de lo establecido primero en la Ley de transparencia y más tarde en la LCSP, Roberto plantea en términos generales, que cualquier administración debería al menos publicar los siguientes datos relativos a la contratación:

Primero, datos sobre la naturaleza del contrato:

  • Cuál es la necesidad a cubrir que motiva el contrato.
  • El objeto del contrato.
  • Importe máximo previsto en la licitación del contrato.
  • Y la duración del contrato.

Luego, datos relativos a la gestión del contrato:

  • Los licitadores participantes.
  • El adjudicatario final.
  • El importe final adjudicado.
  • Los plazos del procedimiento.
  • El tipo de procedimiento de licitación y condiciones.

Y por último (lo más importante que casi nadie logra publicar) Datos relativos a los resultados de la ejecución del contrato:

  • Evaluar el grado de cumplimiento respecto a las necesidades que se pretendían cubrir.
  • Evaluar si ha habido sobrecostes en el contrato.
Si fuéramos capaces de publicar en formato abierto toda esta información para permitir a cualquier persona interesada ver cuál es el proceso y resultados de la contratación de principio a fin cambiaría mucho la forma de entender como se contrata des de la administración pública, facilitaría la reutilización de datos, el control y la fiscalización para la necesaria rendición de cuentas.

¿Pueden los datos abiertos ayudar a mitigar posibles incumplimientos?

Roberto señala que cabe recordar que la falta de cumplimiento en la contratación conlleva la asunción de responsabilidades en primer lugar. Y señala también la necesidad de perder el miedo a reconocer los propios errores, des de las distintas administraciones, como un ejercicio de transparencia y de mejora de los servicios públicos.

No debería pasar nada si nos equivocamos o los resultados no son los esperados respecto a los objetivos fijados. Ello debería servir para corregir actuaciones y aprender del proceso. El problema es cuando este proceso es opaco y se esconde del escrutinio público.

Este aprendizaje es necesario por ambas partes, la parte contratante y la parte adjudicataria, para mejorar resultados y poder garantizar mayor solvencia en futuros desempeños. Son ampliamente conocidos los problemas en la traducción del papel a la realidad de algunos proyectos los resultados de los cuales distan mucho de aquello inicialmente previsto.

¿Cuáles son las dificultades habituales para abrir estos datos?

A pesar de las obligaciones vigentes relativas a la publicación de los datos sobre la naturaleza de los contratos y sobre su gestión, a menudo se revela que la información ni es tan pública ni es tan manejable como debería, en términos generales. Ello es en parte resultado de las inercias de una manera de trabajar, pero sobre todo, como señala Roberto, porque sigue existiendo un importante desconocimiento sobre la apertura de datos en general.

Cuando se habla con los servicios de contratación de la necesidad de abrir datos, la primera respuesta suele ser ¿qué es eso? Y no me compliques con formatos abiertos cuando bastante tenemos ya con lo nuestro.

Se desconoce que son los datos abiertos, pero también como pueden ayudar estos a los procesos de contratación. En opinión de Roberto, para responder a esta necesidad ampliamente compartida de muchas administraciones, lo primero es conocer como los datos abiertos pueden mejorar la eficacia y eficiencia de la contratación pública entre otros ámbitos.

El día a día, nos come y no nos permite parar y reflexionar para tomar conciencia de lo que tenemos y como podemos aprovechar esa información para mejorar procesos. Los datos abiertos nos pueden ayudar mucho en esta tarea.

Roberto cita como ejemplo su experiencia en el Ayuntamiento de Alcobendas dónde unos años atrás se publicaba únicamente grandes listados de contratos en pdf, que de poco servían, a pesar de cumplir con las obligaciones. Y el salto cualitativo que ha supuesto la publicación de visualizaciones y de los datos en formatos abiertos de todos los contratos, también los menores. Permitiendo entender y sacar conclusiones de forma mucho más simple a toda persona interesada, resultando también de gran utilidad para el propio ayuntamiento, que dispone ahora de una herramienta de análisis y autoconocimiento.

Roberto expresa al respecto, el deseo que también la Plataforma de Contratación del Sector Público (PLACSP) incorpore algún día funcionalidades similares de visualización para facilitar extraer todo el conocimiento que estos datos permiten, además de mejorar en usabilidad y opciones de exportación de los datos abiertos.

¿En qué punto estamos respecto a la calidad de los datos abiertos?

Según la experiencia de Roberto, la respuesta ante la primera demanda de publicar datos de contratación (antes que eso, ni siquiera entraba en la cabeza la necesidad de publicar nada al respecto) fue imprimir en papel los registros de contratación de las bases de datos, para luego escanearlos en pdf y publicarlos.

Ante las exigencias crecientes de las normativas sucesivas de transparencia y LCSP se asumió que el formato abierto de hojas de cálculo era más adecuado en términos de transparencia y para facilitar la reutilización de datos.

Hoy la tecnología nos permite dar una respuesta cualitativamente mejor a estas demandas, permitiendo acceder a los datos casi en tiempo real, en formatos abiertos e inter operables, facilitando visualizaciones para una mejor comprensión de los datos y dando cumplimiento a la necesaria rendición de cuentas.

¿Cómo se percibe desde las distintas áreas técnicas la apertura de datos?

En los primeros tiempos se percibió como una tarea más, que generaba una mayor carga de trabajo sin tener demasiado en cuenta los posibles beneficios. Una vez asumidas las exigencias normativas al respecto, se ha tomado conciencia de la oportunidad que representa para dar visibilidad y mejorar la percepción pública del trabajo que se realiza.

Esta implicación activa del servicio de contratación en la apertura de datos ha supuesto incluso añadir cláusulas a todos aquellos pliegos susceptibles de incorporarlas, promoviendo que toda contratación de servicios informáticos cuente con formatos abiertos y sistemas de interoperabilidad tipo APIs.

Otro aspecto a destacar según Roberto es el hecho que en el caso de contratación pública toda la información es publicable, dado que no aplican las mismas prevenciones que aplican en otros casos por motivo de protección de datos por ejemplo. Y esto facilita la tarea.

¿Cómo hacemos realmente accesible esta transparencia?

Des del punto de vista de Roberto es importante priorizar el acceso a los datos abiertos "en crudo", por encima de otras aproximaciones dónde la exposición e interpretación de los mismos conlleva necesariamente un sesgo subjetivo, a menudo incluso inconsciente. Y ofrecer la información lo más asépticamente posible para permitir que cada uno saque sus propias conclusiones y pueda incluso rebatir, si cabe, la interpretación que hace la propia administración de esos datos.

A pesar de los esfuerzos en ese camino, estamos aún lejos de una madurez plena de esta "cultura del dato" en las organizaciones y en la propia ciudadanía.

¿Cómo sería una contratación pública plenamente transparente?

Sería muy diferente a lo que hoy conocemos, según Roberto.

Des del punto de vista político, en lugar de fijar la mirada en el corto-plazo deberían plantearse medidas a medio y largo plazo para:

  • Renovar y capitalizar el talento de los funcionarios públicos.
  • Invertir en mejorar la profesionalización del sistema público en su conjunto (con formación, dotándose de mejores herramientas, mejor cultura organizativa).
  • Incorporar la transparencia y los datos abiertos como pilar fundamental de una cultura de políticas públicas basadas en datos.

Y todo ello representaría un retorno claramente positivo también en términos de capacidad, calidad, legitimidad y apoyo ciudadano.

Los retos para esta próxima década de las distintas administraciones están ya definidos en las diversas agendas vigentes (España digital, ODS, Next generation). Y lo importante según Roberto es avanzar en el desarrollo de estas agendas, aprendiendo en el camino a transformar nuestras organizaciones para ser más ágiles, eficaces y flexibles, adaptando normativas si es necesario.

Los datos son los que nos permiten conocer si nuestra gestión en cada ámbito está dando o no los resultados deseados y nos pueden dar pistas de como mejorarla.

Aunque para Roberto lo imprescindible para hacer posibles estos cambios, son cada una de las personas que hay detrás de los servicios públicos y las que van a incorporarse de nuevo. De todos ellos depende en buena medida poder prestar mejores servicios públicos que respondan mejor a las expectativas de la ciudadanía.

Nos enfrentamos a grandes retos, pero si sabemos gestionar los recursos propios y los que van a venir, si confiamos en nuestro capital humano e invertimos en mejorarlo aún más y apostamos por una cultura política basada en la transparencia y los datos podremos alcanzarlos.
Dec 2, 2021
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