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Transparencia: La clave de la transformación de Hong Kong

En 1974 Hong Kong era una de las ciudades más corruptas del mundo. Los sobornos a funcionarios públicos se habían normalizado a todos los niveles. La corrupción había penetrado hasta la última capa de la sociedad. La situación llegó a tal extremo que los conductores de ambulancia exigían mordidas –el llamado “dinero del té” o “dinero del infierno”– para atender a los enfermos.

En 1974, el porcentaje de informes por casos de corrupción gubernamental en Hong Kong era del 86%. Treinta años más tarde, sin embargo, bajó hasta el 40%. ¿Qué pasó en esas tres décadas?

En Gobierto nos gusta aprender del pasado; sabemos que la transparencia útil puede transformar la sociedad, y la historia de la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC) de Hong Kong es un caso de éxito de manual. Gracias a una combinación de transparencia gubernamental y participación ciudadana, la ciudad pasó de ser una de las más corruptas del mundo a una de las más limpias. Además, la percepción de la corrupción por parte de sus ciudadanos ha basculado desde la indiferencia y el miedo hasta la estigmatización de los condenados por este tipo de delitos.

EL POLICÍA CORRUPTO DE LA “CIUDAD DE LOS 9 DRAGONES”

En 1973, Peter Godber, jefe de policía, amasaba una fortuna de varios millones de dólares repartida en cuentas de paraísos fiscales fuera del país. Era un secreto a voces que Godber aceptaba sobornos pero las quejas caían en saco roto porque era un héroe condecorado con la hoja de servicios impoluta. Godber es el villano perfecto de una película de artes marciales: Trabajaba en Kowloon, zona conocida como la “Ciudad de los 9 dragones” donde creció Bruce Lee y donde se sitúan varias películas de Jackie Chan sobre policías corruptos.

Cuando los periódicos filtraron la investigación sobre el origen ilícito de la fortuna de Godber, éste huyó a Londres sin que las autoridades movieran un dedo para impedirlo. Fue la gota que colmó el vaso. Una oleada de indignación recorrió la ciudad y la gente se lanzó a las calles para exigir al gobierno una respuesta contundente.

INFORMACIÓN Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Hay un proverbio chino que dice “El cielo es alto y el emperador está lejos”, es decir, las autoridades tienen un alcance limitado. Los impulsores del ICAC sabían que con las leyes y los tribunales no basta; para luchar contra la corrupción a largo plazo tenían que iniciar una revolución en la sociedad.

Durante los años siguientes el ICAC lanzó campañas de información para explicar las leyes anticorrupción a los ciudadanos. También promovió la participación ciudadana habilitando espacios para que cualquier hongkonés aportara datos sobre prácticas corruptas en su entorno. Se redactaron guías para explicar cómo funcionaban las administraciones y cómo detectar actuaciones fuera de la ley. Incluso se creó un centro, respaldado por las cámaras de comercio, para promover prácticas éticas en los negocios.

LA VICTORIA DEL ICAC

Como resultado de estas acciones aumentó el porcentaje de participación ciudadana en denuncias de corrupción: del 35% en 1974 al 68% durante la última década. Paralelamente, los casos de funcionarios corruptos menguaron con el paso de los años. Según los estudios del ICAC, el porcentaje de informes sobre casos de corrupción gubernamental pasó del 86% en 1974 al 40% en 1999. En ese mismo intervalo los casos de corrupción en la policía cayeron del 45% al 14%. Hoy en día se ha eliminado por completo la corrupción organizada en el cuerpo de policía y sólo se producen casos puntuales.

Hong Kong creció exponencialmente durante los años 80, 90 y 2000, y su desarrollo económico fue meteórico. Algunos expertos dicen que se convirtió en un punto de referencia financiera gracias a la labor de la comisión.

A pesar de que la ciudadanía sigue apoyando su labor, el ICAC tiene el reto permanente de mantener su independencia y justificar su existencia en un mundo donde la corrupción cada vez está más globalizada. Hong Kong conserva su imagen de ciudad transparente, pero recientes casos de corrupción como el de su Jefe Ejecutivo, Donald Tsang siguen poniendo a prueba a la comisión y apuntan a la necesidad de arrojar más luz sobre los asuntos públicos.

Fuentes: World Bank, ICAC, Transparency International


Nov 17, 2016
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